Me desplazo a trabajar caballos y la relación entre personas y caballos a cualquier centro hípico, veterinario o finca particular de la geografía española. Si estás interesad@ ponte en contacto conmigo.
Dirigido a:
– Caballos jóvenes o adultos sin experiencia en el trato con las personas.
– Caballos que han sufrido traumas o malas experiencias.
– Caballos con comportamientos no deseados por las personas o que no consiguen realizar tareas determinadas.
– Caballos de escuela, paseo o competición con bajos estados de ánimo.
«La mayoría de los problemas de comportamiento a los que nos enfrentamos en la relación con los caballos tiene que ver con desajustes emocionales y de comportamiento que se pueden corregir actuando de una forma concreta.
Mi trabajo es actuar de intérprete entre humano y caballo para descubrir dónde es necesario incidir y ayudar a desarrollar las herramientas necesarias para reinstaurar un equilibrio entre ambos.
Para ello es imprescindible hacer un diagnóstico previo a la intervención y sobre el qué trabajar. Principalmente se incide sobre:
– El peligro del antropomorfismo: Humanizar a los caballos y obrar con ellos en esa línea puede tener consecuencias negativas en la creación de una buena relación, beneficiosa para ambos. Es necesario reasignar nuevos roles y reubicarse desde quién verdaderamente es cada uno y desde las propias necesidades generales de la especie y concretas del individuo.
– El darse cuenta si nos estamos relacionando con los caballos desde nuestras propias necesidades emocionales: En ocasiones se tiende a proyectar las propias demandas a nivel emocional en la figura del caballo. Cuando esto sucede, se crean unas expectativas en el caballo que, por sus características y necesidades, no puede cubrir en su totalidad y puede generar por tanto un estado de ánimo poco favorecedor para ambos. Se puede dar la vuelta a esta situación estableciendo un estado de consciencia y obrando acorde a ello, discerniendo entre las necesidades propias y las del otro.
– Detectar cuando estamos interpretando aquello que sucede con los caballos. Parte de mi trabajo en la rehabilitación de los caballos pasa por ayudar a la persona a realizar observaciones totalmente objetivas que arrojen una información sin ningún tipo de juicio ni análisis humanizado que preparen una intervención lo más ajustada a la realidad posible.
– Exceso de emocionalidad. Los humanos somos seres emocionales, al igual que los caballos. Al igual que una ausencia de emociones, un exceso de las mismas puede interferir en la manera en la que nos relacionamos con los caballos. Lograr una armonía en nuestro estado emocional incide automáticamente en el estado emocional del caballo.
Se trata de todo un proceso en el que humano y caballo caminan juntos a través de un conocimiento personal y de confianza para alcanzar un equilibrio relacional y emocional que facilite la relación establecida entre ambos.»